Resumen
La nube pública es un conjunto de recursos virtuales que está desarrollado a partir de un sistema de hardware que pertenece a una empresa externa encargada también de gestionarlo, y se pone a disposición de varios clientes y se asigna a ellos automáticamente a través de una interfaz de autoservicio. Es una forma sencilla de ampliar las cargas de trabajo que sufren variaciones inesperadas de la demanda.
Por lo general, las nubes públicas actuales no se implementan como una solución de infraestructura independiente, sino como parte de un conjunto heterogéneo de entornos que mejora la seguridad y el rendimiento, disminuye los costos y aumenta la disponibilidad de la infraestructura, los servicios y las aplicaciones.
Las características de la nube pública
- Asignación de los recursos: los tenants externos del firewall del proveedor comparten los recursos virtuales y los servicios de nube del conjunto de infraestructuras, plataformas y sistemas de software del proveedor.
- Acuerdos de uso: los recursos se distribuyen en función de las necesidades, pero los modelos de pago según el consumo no son imprescindibles. Algunos clientes usan las nubes públicas sin costo, como las instituciones de investigación que utilizan Massachusetts Open Cloud.
- Gestión: como mínimo, el proveedor se encarga del mantenimiento del hardware subyacente en la nube, brinda soporte para la red y gestiona el software de virtualización.
Por ejemplo, Lotte Data Communication Company (LDCC) diseñó una nube privada con Red Hat® OpenStack® Platform (ahora denominada Red Hat OpenStack Services on OpenShift) para integrar sus sistemas internos. Como su funcionamiento fue un éxito, LDCC empezó a ofrecer exactamente la misma infraestructura de nube a sus clientes. El mismo paquete de tecnologías respalda ambos tipos de nube, pero los clientes de LDCC prefieren la nube pública porque los acuerdos de gestión, recursos y uso concuerdan con los aspectos característicos de la nube pública.
Los proveedores de las nubes públicas
Cualquier empresa puede crear una nube pública, y hay miles de servicios de nube pública en todo el mundo. Algunos de los más conocidos e importantes en la actualidad son Alibaba Cloud, Amazon Web Services (AWS), Google Cloud, IBM Cloud y Microsoft Azure.
Los servicios de nube pública se basan en una amplia infraestructura de centros de datos, los cuales alojan el hardware y los servidores físicos que prestan los servicios de nube a los usuarios y las empresas. Estos centros de datos que respaldan los servicios de nube pública están diseñados para ofrecer capacidad de ajuste y flexibilidad. Asignan los recursos informáticos de manera dinámica según se soliciten, lo cual permite que los usuarios amplíen la capacidad informática, el almacenamiento de datos y otros recursos cuando sea necesario.
Asimismo, los centros de datos se reparten en diversas regiones geográficas. La infraestructura distribuida mejora el rendimiento al reducir la latencia, brinda redundancia y garantiza la recuperación de los datos en caso de que el hardware falle o se produzcan otros problemas. Los usuarios pueden acceder a los recursos y las aplicaciones de nube a través de Internet, y la infraestructura fundamental de los centros de datos se ocupa de la complejidad de estos servicios.
El funcionamiento de las nubes públicas
Las nubes públicas se configuran de la misma forma que las privadas. Ambas usan un conjunto de tecnologías para virtualizar los recursos en grupos compartidos, agregar más control administrativo y crear funciones de autoservicio automatizadas. Juntas, estas tecnologías crean una nube, que es privada si proviene de sistemas exclusivos de las personas que la utilizan y gestionados por ellas, o pública si la ofreces como un recurso compartido a varios usuarios. Una nube híbrida es la combinación de dos o más entornos de nube (pública o privada) interconectados, mientras que un entorno multicloud es la combinación de dos o más soluciones de nube pública.
Toda esa tecnología no solo tiene que integrarse para que la nube pueda funcionar, sino que también debe hacerlo en la infraestructura de TI actual de los clientes, que es lo que permite que las nubes públicas respondan bien. La conectividad depende de la tecnología a la que probablemente se le dé menos importancia: el sistema operativo. El software de automatización, gestión y virtualización que crea las nubes se ejecuta en él. Asimismo, la uniformidad, la confiabilidad y la flexibilidad del sistema operativo determinan directamente la solidez de las conexiones entre los recursos físicos, los grupos de datos virtuales, el software de gestión, los scripts de automatización y los clientes.
Cuando el sistema operativo es open source y está diseñado para las empresas, la infraestructura en la que se encuentre la nube pública no solo ofrecerá la confiabilidad suficiente para actuar como una base adecuada, sino también la flexibilidad necesaria para expandirse. Por eso, nueve de las diez nubes públicas más importantes se ejecutan en Linux, y Red Hat Enterprise Linux es la suscripción comercial más implementada en ellas, como Microsoft Azure, Amazon Web Services, Google Cloud e IBM Cloud.
El uso de las nubes públicas
La nube pública probablemente sea la implementación de nube más sencilla de todas: cuando un cliente necesita más recursos, plataformas o servicios solo tiene que pagar a un proveedor de servicios de nube pública por hora o por byte para acceder a lo que necesita cuando lo necesita. La infraestructura, la capacidad de procesamiento en bruto, el almacenamiento o las aplicaciones basadas en la nube se virtualizan a partir del hardware del proveedor, se agrupan en lagos de datos, se organizan mediante sistemas software de gestión y automatización, y se transmiten al cliente a través de Internet o de una conexión de red específica.
El cloud computing proviene de una infraestructura desarrollada meticulosamente, similar a la manera en que los servicios de electricidad, agua y gas de la actualidad son el resultado de años de desarrollo en infraestructura. Se puede acceder a esta tecnología a través de las conexiones de red del mismo modo en que se accede a los servicios públicos gracias a las redes de tuberías subterráneas.
Los propietarios de casas y los inquilinos no son los dueños del agua que proviene de las tuberías, no supervisan las operaciones de la planta que genera la electricidad para sus electrodomésticos, ni deciden el modo de obtener el gas que calefacciona sus hogares. Simplemente, llegan a un acuerdo, utilizan los recursos y pagan lo que consumen durante un determinado período.
El cloud computing público es similar a un servicio público rentable. Los clientes no son dueños de los gigabytes de almacenamiento de datos que utilizan; no gestionan las operaciones en la granja de servidores donde se encuentra el hardware; ni deciden la forma de proteger o mantener sus plataformas, aplicaciones o servicios basados en la nube. Los usuarios de la nube pública solo tienen que llegar a un acuerdo, utilizar los recursos y pagar por lo que usan.
El machine learning en la nube
El aumento de las aplicaciones de machine learning (aprendizaje automático) requiere de un mayor uso de los servicios de cloud computing público. El machine learning funciona perfectamente con las nubes públicas para aprovechar la capacidad de ajuste, la flexibilidad y los recursos que brindan los proveedores de servicios de nube. Las aplicaciones se benefician de la arquitectura de nube pública de las siguientes maneras:
- Para los algoritmos de machine learning, se requieren grandes cantidades de datos para su entrenamiento. De igual modo, los modelos de esta tecnología, en especial los modelos de deep learning (aprendizaje profundo), suelen necesitar una gran capacidad informática para su entrenamiento. Los servicios de nube pública ofrecen soluciones de almacenamiento de datos y recursos informáticos que se adaptan para admitir estos conjuntos de datos.
- Los entornos de nube pública están diseñados para ampliar o reducir la capacidad de los recursos según se requiera y para modificar los precios a medida que se utilizan. Gracias a esta capacidad de ajuste, las empresas pueden asignar más recursos durante las etapas de entrenamiento intensivo y disminuir el uso de los recursos durante los períodos de menor demanda, y, de este modo, optimizar los costos.
- Por lo general, las aplicaciones de machine learning deben integrarse a otros servicios de nube, como las bases de datos, las colas de mensajes y los servicios de análisis. Las plataformas de nube pública brindan una amplia variedad de servicios que se pueden integrar sin inconvenientes a los flujos de trabajo de machine learning para mejorar el funcionamiento general.
Las nubes públicas en los entornos híbridos
Las empresas adoptan cada vez menos distribuciones exclusivas de nube pública o privada, ya que prefieren soluciones de entornos híbridos que incluyen infraestructuras de servidor dedicado (bare metal), de virtualización y de nube pública y privada, así como arquitecturas en las instalaciones. Por lo tanto, las ventajas de cada entorno minimizan las desventajas de los otros.
Por ejemplo, si una empresa ejecutara todas las cargas de trabajo en un solo clúster virtual, este funcionaría en su máxima capacidad, lo cual ralentizaría el tiempo de respuesta, y los equipos de operaciones recibirían una avalancha de llamadas o solicitudes por parte de los dueños de las aplicaciones enfadados. Esta situación se podría resolver poniendo en marcha otro clúster virtual y automatizando el equilibrio de las cargas de trabajo entre los dos. Así es como se empieza a generar un entorno híbrido.
La empresa podría ampliar su cartera de productos de infraestructura para incluir una nube privada de infraestructura como servicio (IaaS), como Red Hat® OpenStack Services on OpenShift®. Se podrían migrar las cargas de trabajo que no deben ejecutarse en una infraestructura virtual a la nube privada de infraestructura como servicio (IaaS), para así aumentar su tiempo de actividad y ahorrar dinero.
Para reducir los tiempos de respuesta lentos a los usuarios que se encuentran a miles de kilómetros de distancia, la empresa podría trasladar algunas cargas de trabajo a las nubes públicas que se encuentran en regiones cercanas. De este modo, la empresa controlaría los costos y mantendría una alta disponibilidad.
Los motivos para elegir Red Hat
La mayoría de las empresas no puede darse el lujo de destinar la totalidad de sus operaciones a un solo entorno, ya sea de nube pública o privada. Incluso cuando se trata de entornos híbridos, los equipos de desarrollo no pueden perder tiempo con las interfaces de programación de aplicaciones (API) y los marcos de integración incompatibles durante la migración de las cargas de trabajo. Deben tener la certeza de que sus aplicaciones se ejecutarán de la misma forma en cualquier entorno, lo cual representa uno de los objetivos principales de la estrategia de nube híbrida abierta.
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